Ha comenzado el mes de diciembre y los pingüinos continúan
su actividad durante la etapa reproductora. Desde su llegada de la que ya dimos
cuenta en la anterior entrada hasta ahora, los pingüinos han encontrado a su
pareja del año pasado. Estas aves son monógamas de larga duración, es decir
continúan con la misma pareja año tras año y aunque durante el invierno no
mantienen ningún vínculo, cada primavera vuelven a reunirse en las mismas colonias de
cría que actuan como punto de encuentro. Primero llegaron los machos y alrededor de una semana mas tarde llegaron las hembras. Los que no han encontrado a la pareja del año anterior o es su primer año como reproductores ya han
conseguido emparejarse. Las
pingüineras han pasado de ser un totum revolutum sin orden ni concierto a un
espacio perfectamente ordenado donde los nidos son totalmente reconocibles
por la presencia de los dos miembros de la pareja y que van conformando cada
una de las colonias de cría. Cada una de ellas puede tener un número de nidos
variable desde una docena a varios cientos o incluso miles. El conjunto de las
colonias es lo que finalmente forma la pingüinera donde pueden reunirse hasta
cientos de miles de parejas de pingüinos.
Los pingüinos han construido
el nido aproximadamente en el mismo sitio donde lo tenían el año anterior, para
lo cual han excavado una pequeña depresión con las patas y la han rellenado con
pequeñas piedras que servirán para aislar a los huevos y posteriormente a los
pollos del agua de la fusión de la nieve o de la lluvia.
Durante esta fase se producen las cópulas que darán paso a la producción de los huevos por la hembra y posteriormente a
la puesta e inicio de la incubación.
Durante el inicio de esta etapa se da una mayor frecuencia de tiempo en la que ambos miembros de la pareja permanecen juntos en el nido con lo que se disminuye la posibilidad de cópulas con otros individuos de la colonia, de hecho en los pingüinos es una de las más bajas entre las aves coloniales.
Las tareas de incubación se reparten más o menos por igual entre machos y hembras y mientras que uno de ellos está en el nido incubando el otro está en el mar pescando estableciéndose relevos que pueden durar varios días.
Durante el inicio de esta etapa se da una mayor frecuencia de tiempo en la que ambos miembros de la pareja permanecen juntos en el nido con lo que se disminuye la posibilidad de cópulas con otros individuos de la colonia, de hecho en los pingüinos es una de las más bajas entre las aves coloniales.
Las tareas de incubación se reparten más o menos por igual entre machos y hembras y mientras que uno de ellos está en el nido incubando el otro está en el mar pescando estableciéndose relevos que pueden durar varios días.
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