Dejamos la pingüinera hace algo más de un mes a la espera
del nacimiento de las crías. Es este un momento crucial en todas la aves, la
eclosión. Poco a poco siguiendo una gradación que va desde los individuos más
tempranos cuya eclosión comienza a mediados de diciembre hasta los más
tardíos que pueden llegar a eclosionar en la primera semana de enero pasando
por los que se situan el pico de eclosión alrededor de la navidad, la pingüinera se puebla de nuevos habitantes que aparecen en los
nidos cubiertos de un plumón aterciopelado o quizás
debería decirse "atercioplumado".
Aspecto de la una colonia al principio de la eclosión de los huevos |
A partir de este instante, las pingüineras cambian
radicalmente, los intercambios de las parejas para la incubación que se
extienden a varios días cambian a una frecuencia diaria que puede llegar hasta recambios cada 7 horas y donde uno de los padres va al mar para conseguir el preciado krill
con el que alimentar a los recién nacidos, mientras el otro le aporta el calor
y la protección necesaria frente a la amenaza constante del skua que aprovecha
cualquier descuido para robar el pollo del nido. Ambos padres comparten en
igual proporción el cuidado de las crías.
Nido de pingüino barbijo con sus dos pollos de varios dias |
Este incremento de la frecuencia de idas y venidas al mar lo
aprovechan también otros depredadores como la foca leopardo que ve como
aumenta la probabilidad de dar caza a sus presas preferidas: los pingüinos.
Foca leopardo cazando un pingüino |
A partir de este instante el cambio en la pingüinera es
continuo, los pollos crecen y en los primeros 35 días siempre cuentan con la
protección de uno de los padres que se queda en el nido. Pasados esos 35 días,
justo lo que está sucediendo en estos días y cuando los pollos tienen ya un
cierto tamaño los padres les dejan solos en el nido y es cuando se forman
agrupaciones de pollos en el interior de la colonia que denominamos “guarderías”.
Los padres siguen volviendo a darles de
comer pero ya no se quedan en la colonia por mucho tiempo.
Poco a poco las colonias pasan de esas agrupaciones de
pingüinos ordenados cada uno en su nido, a un totum revolutum de animales moviéndose
de un lado a otro de la colonia y donde ya no queda ningún rastro de los nidos.
Aspecto de una guarderia de pingüino barbijo |
Una vez que los padres llegan a la colonia localizan a los
pollos por medio del sonido, les dan de comer y vuelven de nuevo al mar. En
este tiempo los pollos comienzan a cambiar el plumaje asemejándose a los adultos
aunque con un color azulado en lugar de negro. Es el primer síntoma de que el
tiempo de permanencia continuada de los pingüinos en tierra se acerca a su fin,
pero para ello faltan todavía algunos días.